Y EL PRINCIPIO TAN SÓLO HABÍA IDEAS, Y VIERON QUE ERA BUENO...

Comenzar. Empezar. Inciar un camino para llegar. Donde? da igual. Llegar pierde sentido conforme se avanza, llegar se olvida porque en nuestras mentes hay que dejar espacio a los nuevos amigos, a las nuevas experiencias, ese recodo del camino que antes no vimos, todo eso. Y, entonces, la meta queda lejos, pierde sentido, "se hace camino" decían, se hace camino sobre las cenizas, añado yo.

Aqui comenzamos mi viejo compañero de andanzas, el señor Kuratti, y yo mismo, un viaje alucinante a las entrañas mismas del sentido, sí, sentido. Es un viaje metafísico, ontológico, espiritual casi diría yo. Y ustedes me dirán con sus caras de incredulidad: ¿qué viaje, señor mio?, ¿adónde sus excelsas eminencias proyectan viajar en este mundo tan pequeño, tan pañuelo, tan manchado de los mocos de la incultura?. Pues no lo adivinarán ustedes solos. Aqui va un poco de ayuda:

VIAJAREMOS AL INTERIOR DE NOSOTROS MISMOS.

Sí, se que suena ridiculo, pretencioso incluso, grandilocuente me diría Kuratti. Pero en el fondo eso, un cortometraje en este caso, una "paja mental" o un "extravío", como ustedes quieran. En el fondo eso es, de eso se trata, trascenderemos de nosotros mismos tan sólo dándonos la vuelta. Sí, la vuelta, pero no por ver la vida pasar, la vuelta del revés, volver la piel y dejar al aire las mismas entrañas.

Así empieza la aventura. Rodaremos un Cortometraje basado en el cuento de Polidori, lo haremos mejor o peor, las generaciones futuras juzgarán. Ya, ya lo se, parece poco, parece un futil intento de trascender de nuestro cuerpo y alcanzar el alma, el animus, la comunión con esa esencia que repartida por el mundo sirve de alimento a los sueños. Pero no se engañen, esto no es más que una consecuencia, la consecuencia de un viaje alucinante que comenzó hace mucho, el viaje a los limites del mundo de cuando eramos pequeños.

Poco mas que añadir. Nuevos articulos sustituirán a este, nuevas formas, nuevos mundos que al final también están en este. Ustedes los verán. Sirva este adelanto, estas pobres palabras como bienvenida. Agarrénse: Entran ustedes en el mundo de los cuentos.